El mes de septiembre arrancó la entrada en vigor de la Ley Uber, que buscará dar marco legal a las aplicaciones de movilidad tales como Beat, Cabify, Didi y Uber en Chile. La misma estuvo levantando durante meses comentarios a favor y en contra tanto por las empresas que manejan las plataformas digitales como por los gremios de taxistas. Pero, ¿qué implica en concreto esta regulación y cuáles son sus aspectos más importantes? Veamos.
La Ley Uber cambiará las reglas del juego con las que estaban operando las plataformas digitales
La startup líder en gestión de personas Buk acaba de publicar una guía práctica con todo lo que implica la Ley Uber, vigente a partir del 1 de septiembre del año en curso (2022). De ella, ampliaremos los aspectos más relevantes:
Denominación de los trabajadores
Como punto de partida, estas plataformas digitales deberán denominar al trabajador en cuestión como “dependiente” o “independiente”, de acuerdo concurran o no los requisitos establecidos en el artículo 7° del Código del Trabajo.
Derecho a un tiempo de desconexión
Estas empresas también se verán obligadas a resguardar el cumplimiento de un tiempo de desconexión mínimo para cada uno de sus trabajadores de 12 horas ininterrumpidas dentro de un período de 24 horas. Con esto, estarán respetando las normas relativas al descanso semanal también dispuestas en el Código del Trabajo.
Contratos regulados
También tendrán que ofrecerles a sus empleados un contrato regulado, que incluya el pago de todas las cotizaciones de salud y previsionales correspondientes.
“Parte de cuidar a tus colaboradores es regularizarlos para que su relación laboral conviva dentro del marco legal. Es un círculo virtuoso, tu como empresa tienes el deber de protegerlos, así como ellos tienen el deber de cumplir con sus responsabilidades”, explicó al respecto Teresita Morán, country manager de Buk en el país.
Remuneraciones
En torno a este tema, se establece una especie fórmula que tiene como propósito remunerar tanto los tiempos de espera como cualquier otro tiempo de trabajo no efectivo a los que puedan estar sujetos los empelados dependientes. El monto podría fijarse por unidad de tiempo: diario, semanal, quincenal, mensual o por servicio prestado. Vale destacar que no podrá ser inferior al ingreso mínimo mensual de los chilenos.
“Con esta ley, se crea un contrato de trabajo especial para las personas que vayan a trabajar en este tipo de compañía, y se formaliza la situación de los que se denominan trabajadores independientes generando un vínculo regulado”, finalizó Morán.
Descontento entre algunos socios conductores
Este escenario ha producido una doble lectura durante los últimos meses: mientras el Gobierno chileno intenta cercar a estas aplicaciones digitales (a través de diversos organismos), algunos de los trabajadores sujetos a ellas manifiestan su disconformidad: prefieren la flexibilidad que se les ofrece por encima de cualquier otro beneficio, como el tiempo de desconexión, los contratos regulados, las remuneraciones, etc.
Es bien sabido que la particularidad de estas plataformas recae en el hecho de permitirles a sus empleados organizar su tiempo o escoger sus horarios de trabajo a conveniencia.
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