Aunque el uso del dinero en efectivo ya suma varios años en declive, la cuarentena fue el momento definitivo para que se convirtiera en un método de intercambio exclusivo para nostálgicos. Durante este particular año 2020 se potenciaron los nuevos tipos de pago online y las estadísticas así lo certifican.
En Chile, un 38% de los consumidores experimentaron con nuevos hábitos de compra usando herramientas electrónicas como las wallets, las cuentas vista, las tarjetas prepago y las tarjetas de crédito. Así lo indica un estudio realizado por Mastercard y Kantar que además señala que este giro en la cultura financiera incluye a tres grupos críticos: los jóvenes, la tercera edad y los migrantes.
Nuevos tipos de pago online facilitan acceso
El estudio de Mastercard y Kantar señala que aunque estas nuevas herramientas ya existían, fue con la cuarentena que masificaron su uso, especialmente entre estos tres grupos poblacionales que históricamente han tenido una relación complicada con la bancarización.
Las razones vienen fundamentalmente por dos vías. En el caso de las personas de la tercera edad debido a las reticencias hacia los canales de pago electrónicos, y en el caso de los jóvenes y los migrantes, por el acceso limitado a los productos financieros.
Con la cuarentena, y gracias a la potenciación de estos nuevos tipos de pago online, la experiencia de compras dio un giro radical para plantear desafíos no solo a los consumidores, sino también a los proveedores de productos y servicios, y sobre todo a los facilitadores del proceso de intercambio comercial, es decir, las instituciones bancarias y financieras, obligando a emprender un éxodo casi total a los canales digitales.
No sucede solo en Chile, también a nivel regional. En América Latina el 66% de los consumidores redujo el uso del dinero en efectivo o lo abandonó definitivamente durante el tiempo de pandemia, y un 35% de las personas mantiene su determinación de seguir pagando sin contacto, incluso después de superada la crisis por la covid-19. Estos datos también fueron recabados por Mastercard.
Transacciones digitales a la carta
La tendencia es que no solo el uso del dinero en efectivo sea cada vez menos común, sino que además la visita al banco también sea esporádica. Las instituciones se preparan para que a través de dispositivos móviles pueda llevarse a cabo el mayor número de operaciones y trámites, incluyendo aquellos que hasta ahora eran exclusivos de la visita presencial, por ejemplo, el pago de pensiones, facilitándolo con nuevos instrumentos como las tarjetas prepagadas.
Y es que cuando se habla de medios de pago electrónicos se apunta hacia un amplio menú de productos financieros que pueden adaptarse a distintos tipos de consumidores y de estilos de vida. Principalmente, los que puntean en este nueva época de migración al pago digital son cuatro, y alternan lo nuevo con productos que ya llevan décadas de evolución.
Uno de ellos es justamente la tarjeta prepago, que genera seguridad ya que el cliente no debe proporcionar sus datos personales o bancarios al momento de usarlas. Una desventaja es que aún no son aceptadas en todos los comercios. Otra forma de pago es la cuenta vista, que sirve como método sencillo para realizar compras y transacciones pequeñas por el saldo disponible sin línea de crédito asociada.
Por su parte, las wallets o billeteras virtuales ayudan a realizar operaciones desde dispositivos móviles a través de una app, incluso sin necesidad de tener relación con instituciones bancarias. Y finalmente las tarjetas de créditos, las veteranas en este listado, una herramienta ampliamente conocida que ante esta coyuntura se reinventa y se masifica aún más ofreciendo nuevas facilidades de uso en línea.
La coyuntura de la pandemia pone a competir a los bancos y a los proveedores de servicios financieros en una carrera por la migración rápida y segura hacia el universo digital. Lograrán en triunfo quienes logren dar más facilidades a los usuarios sin descuido de su confianza, con el menudo desafío de cambiar una cultura financiera con generaciones de arraigo. Los próximos meses son claves para observar la evolución en este campo.
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